


BODEGA MARAÑONES
INTEGRANTE DE LA OTRA “MOVIDA MADRILEÑA”
Fernando García Alonso, joven enólogo de la no menos joven bodega Marañones –una de las más nuevas de la D.O. Vinos de Madrid, denominación a la que los amantes del vino empiezan a dar cabida y reconocimiento–, reivindica el carácter diferencial de cada una de las variedades que nutren su bodega para conseguir así vinos con mucha personalidad que transmitan todo lo bueno que aporta la subzona de San Martín de Valdeiglesias.
Intuitivo y enamorado de vinos modernos bien interpretados, sin excesos y con una sensación de frescura omnipresente, ahora lidera su apuesta personal. Por su rigurosidad y exigencia en el trabajo y su carácter inquieto y ambicioso, mejorar sus vinos más y más, es y será su “leitmotiv”.
Definen a la recién creada Bodega Marañones, reto personal de Fernando García, como toda una sorpresa en la D.O. Vinos de Madrid aunque ya en el siglo XVI la corte madrileña disfrutaba con los vinos de San Martín de Valdeiglesias.
Con el devenir de la historia estos viñedos, al pie de las escarpadas montañas de la Sierra de Gredos, lamentablemente fueron abandonados a su suerte hasta que, iniciado el siglo XXI, y de parcelas que no superan la ha, empiezan a ser recuperados por un pequeño grupo de “visionarios”. Ahora, entre enebros, olivos, almendros, cerezos o romeros, reciben el mimo de un cultivo ecológico y de prácticas biodinámicas.
Peña Caballera o La Dehesa de San Martín (850 m de altitud, suelos graníticos o calizos y elevado estrés térmico, noches muy frías y días calurosos), son fincas que apenas producen 1.200 botellas cada una.
30.000 Maravedíes Crianza 2009
Pertenece a la segunda cosecha de esta bodega y su cuna son viñedos con edades entre 30 y 70 años.
Fernando pensó en este curioso nombre porque ése fue el precio que pagó D. Álvaro de Luna por la compra del Señorío de San Martín de Valdeiglesias a los frailes del convento de Santa María.
Complejo crianza con 10 meses en barricas de entre 300 y 500 litros, 14.5 %Vol, elaborado con Garnacha, Syrah y Albillo. Puntuación en Enogourmet: 90/100.
Buena fruta negra, bien enfocada, interesantes notas de mineralidad procedentes de los terruños de Peña Caballera, densa lágrima, tacto fresco, refinado y un cierto estilismo afrancesado que lo hacen muy agradable de beber. Concentrado y aún algo agresivo, pero con tiempo por delante para redondearse.
”Otro vino” es posible y así lo demuestra esta revelación de la reciente edición Madrid Fusión 2011.
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