Sobre Mi

DESPENSA DEL SUMILLER


Este blog es el fruto de muchos años de dedicación a mi gran pasión, el vino y la gastronomía. Tanto mi formación inicial como mi trayectoria profesional han estado centradas en otros ámbitos, pero desde hace años estoy embarcado en una formación más profunda y constante del emocionante mundo de la Sumilleria y la gastronomía.


Mi gran interés por la formación unido a la lectura para aprender a analizar todo lo relacionado con la Sumilleria, me llevan a entender que características marcan la diferencia de cada producto que cato. Todo esto unido a mis conocimientos con la fonación de Sumiller profesional unido a un Master en viticultura y enología por la cámara de comercio de Malaga, Experto universitario en gestión y difusión del patrimonio entorno al vino, por la Universidad de Malaga y Nivel 2 Wine & Spirit Education Trust, ademas de que Actualmente estoy estudiando la cualificación de nivel 3, título indispensable y obligatorio para continuar estudiando en la misma organización y acceder al Master of Wine.

Todo esto me ha motivado a realizar viajes enológicos para conocer prestigiosos viñedos de Europa y grandes zonas enológicas, tanto históricas como emergentes, que elaboran aquellos vinos que más me han emocionado. En concreto, mi pasión por los grandes vinos históricos me ha llevado a ser Formador Homologado del Marco de Jerez, Formador homologado en Cava, Tecnico especialista en vinos y vinagres de Montilla-Moriles,


viernes, 30 de agosto de 2019

VINOS DEL JURA




Jura es una de las regiones vitivinícolas más pequeñas de Francia. Su viñedo está ubicado en el Macizo de Jura, conjunto de montañas que cruzan de noreste a suroeste el departamento con su mismo nombre, y que forma parte de la región histórica del Franco Condado. Los vinos de Jura se vienen elaborando desde tiempos remotos pero su fama entre los aficionados sólo se ha extendido en los últimos años.


Las montañas de Jura separan Suiza de Francia y sus viñedos se reparten a lo largo de unos 100 kilómetros por las ondulantes colinas situadas en las alturas inferiores de las laderas occidentales. Por su ubicación geográfica estos viñedos están situados frente a frente con los de Côte d’Or de Borgoña, separados por los 80 kilómetros que ocupa el valle del río Saona. Los viñedos ocupan una pequeña superficie que apenas supera las 2.000 hectáreas pero antes de la filoxera la situación era muy diferente ya que abarcaban un área diez veces mayor. Por su situación en un macizo montañoso podríamos pensar que este es un viñedo de montaña pero no es así ya que su altura máxima no supera los 450 metros sobre el nivel del mar, no obstante en muchas ocasiones se extiende por escarpadas laderas.

La región cuenta con un pasado geológico marcado por un largo periodo bajo el mar que formó en su fondo sucesivas capas de margas, arcilla mezclada con calcita en diferentes proporciones, y de caliza que posteriormente afloraron a la superficie para finalmente sufrir varios plegamientos durante la formación de los Alpes. Estos plegamientos y los sucesivos procesos erosivos crearon tanto las mesetas como los acantilados, característicos de la zona, en los que se encuentra el viñedo actual. Estos plegamientos superpuestos también contribuyeron a que los suelos sean muy distintos en función de su ubicación geográfica ya que presentan características diferenciadas dependiendo de la capa geológica que ha quedado en la superficie. Lo mismo se aplica al subsuelo ya que presenta muy diferentes grosores así como cercanía a la superficie en las diversas capas que lo constituyen. En el viñedo de Jura podemos encontrar mayoritariamente suelos de margas, que presentan diferentes colores en función de su composición, por el distinto contenido en carbonato cálcico, y sobre todo del periodo geológico en que se formaron y además en menor proporción suelos de caliza. Los suelos de margas pueden ser más o menos pesados en función de su contenido en arcilla y su variabilidad hace que unos sean más adecuados que otros para cada una de las variedades plantadas en la región.

El clima en Jura es semicontinental, desde el punto de vista vitivinícola similar a los de Borgoña, Alsacia o Champagne. Los inviernos son fríos y los veranos cálidos, con precipitaciones por encima de los 1.000 mm, frecuentes en primavera y verano, suficiente insolación y temperaturas medias bajas aunque en los últimos años también están aumentando aquí las temperaturas medias como indicativo del cambio climático. Estas condiciones por sí mismas ya anuncian dificultad para conseguir uvas maduras todos los años pero por si esto no fuera suficiente la zona presenta un extenso catálogo de amenazantes peligros atmosféricos: Granizadas durante todo el ciclo vegetativo, heladas primaverales y lluvias tardías que aumentan el riesgo de enfermedades y podredumbre que pueden arruinar la cosecha. El clima y estos riesgos explican la gran variación entre añadas aunque a menudo la cosecha se salva gracias a la paciencia de los viticultores para esperar el benigno clima otoñal que suele presentar la región.

Jura tiene cinco variedades principales de uva autorizadas para vinos con AOC (denominación de origen). Las blancas Savagnin y Chardonnay además de las tintas Poulsard, Trousseau y Pinot Noir. De las seis denominaciones de origen del vino que encontramos en Jura, cuatro son de carácter geográfico, AOC Côtes du Jura, AOC Arbois (con posibilidad de AOC Arbois-Pupillin), AOC L’Étoile y AOC Château-Chalon, y dos son para estilos de vinos específicos, AOC Crémant du Jura y AOC Macvin du Jura. Además dentro de las diferentes AOC geográficas se pueden elaborar vinos en estilos distintivos que tienen sus propias normas, Vin Jaune (Vino Amarillo) y Vin de Paille (Vino de Paja). A todo lo anterior hay que sumar que cientos de elaboradores están embotellando multitud de vinos y cuvées con diferentes estilos de elaboración. No es de extrañar que la región sea difícil de entender.