1.- Es una variedad de uva cuyo cultivo está muy extendido en todo el mundo, pero tiene origen aragonés.
2.- Al principio, estaba mal considerada porque se decía que producía malos vinos. El problema es que son vinos oxidativos si la uva no se vendimia en el momento propicio y si luego el vino no se elabora poniendo la atención y los medios necesarios. Sin embrago, desde hace unos años, los avances tecnológicos y el buen trabajo de los técnicos en la viña y en la bodega han posibilitado que la garnacha exprese todas sus cualidades...
3.- Las garnachas viejas que se crían en terrenos pobres –que tienen muy poca producción y dan unas uvas muy concentradas.
4.- Esta variedad ofrece la posibilidad de acompañar toda una velada romántica: se puede comenzar la cena con un vino rosado elaborado con esta variedad, continuar con un tinto de garnacha y terminar, en los postres, con un dulce de esta uva. Luego, si la velada se prolonga, podemos echar mano de una garnacha de hielo.
5.- Los vinos de garnacha, por su calidez y sedosidad, favorecen el acercamiento y predisponen a una mayor intimidad. Por supuesto, hay otros muchos vinos que ofrecen sensaciones muy parecidas, pero para mi, los que llevan mayoritariamente esta uva están especialmente indicados para estos momentos especiales, por ejemplo, para San Valentín.
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