Añada 'muy buena' significa 'mediana'
ELMUNDOVINO
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La pantomima anual de las calificaciones oficiales de añada, que empezó en plan tronante con la declaración de la supuesta excelencia de 2011 por parte de tanto Rioja como Ribera del Duero -esas dos no toleran ya que su directa rival pueda presentar una calificación superior a la propia-, ha continuado el 5 de julio con el anuncio de que la cosecha fue "muy buena" en Rías Baixas según su Consejo Regulador. Lo anunció en Madrid su presidente, el recién nombrado Juan Gil de Araújo.Tal y como están las cosas tras la puja constante al alza de los últimos años -ya ni los supervivientes de la guerra de Marruecos recuerdan la última vez que una DO declaró "mala" una añada, y sólo un par de éstos recuerdan una "mediana"-, lo de "muy buena" anuncia problemas.
Y, en efecto, según informa la agencia Efe, los catadores del Órgano de Control y Certificación del Consejo Regulador han decidido que los vinos de la añada que se pone ahora a la venta son "aromáticamente limpios y correctos, varietales de media intensidad". ¿"Correctos" y "de media intensidad" se traduce ahora por "muy buenos"?
El nuevo responsable de este consejo regulador ha destacado que la calificación de la cosecha, que incluye el conjunto de los vinos elaborados en toda la Denominación de Origen, es fruto "de un riguroso proceso de valoración de las muestras representativas de los 10,65 millones de litros calificados a fecha del 22 de junio".
La vendimia de la añada presentada en Madrid, continúa Efe, transcurrió oficialmente entre el 9 de septiembre y el 11 de octubre del año pasado y la cosecha finalizó con un volumen de 41.787.783 kilos de uva, un 31,8% más que la campaña anterior. Gil de Araújo ha señalado que la primavera pasada fue más cálida y con menos precipitaciones que otros años y el verano fue caluroso y seco, lo que provocó un índice de fertilidad altísimo y permitió que la vendimia se adelantara un poco.
Ningún otro país productor de vino importante tiene nada parecido al ceremonial anual de las catas de calificación por los órganos reguladores y la proclamación de esa calidad, que desde hace decenios ya no baja nunca de "buena" (que, en plan orwelliano, hoy en día significa "mala"), y que se agita como señuelo comercial. Sin mucho éxito, a la vista de la caída constante del consumo en España...
Si en Francia o Italia ignoran esta práctica es porque saben bien que, salvo en denominaciones de origen de dimensiones muy reducidas es imposible dar un calificativo único a la calidad de una añada, ya que las condiciones climáticas suelen ser muy diferentes en cuanto se amplía la distancia. Y en España casi todas las denominaciones son lo bastante grandes como para que no haya una unidad apreciable de condiciones de cada añada.
Las catas de elmundovino dedicadas a los blancos de Galicia muestran claramente los efectos del calor, por un lado, y del brutal aumento de un tercio en la producción de uva, por otra. Muy pocos vinos han parecido "muy buenos" a los miembros del equipo de cata... pero algunos sí (y otros muy malos), demostrando que los productores son tan importantes como las condiciones del año... o más.
Uno de esos miembros, viticultor en Manchuela, se quedó de piedra el otro día tras anunciar su Consejo Regulador que, cómo no, allí la añada había sido calificada como "excelente". No opinan eso los productores (si se les pregunta "off the record").
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