Sobre Mi

DESPENSA DEL SUMILLER


Este blog es el fruto de muchos años de dedicación a mi gran pasión, el vino y la gastronomía. Tanto mi formación inicial como mi trayectoria profesional han estado centradas en otros ámbitos, pero desde hace años estoy embarcado en una formación más profunda y constante del emocionante mundo de la Sumilleria y la gastronomía.


Mi gran interés por la formación unido a la lectura para aprender a analizar todo lo relacionado con la Sumilleria, me llevan a entender que características marcan la diferencia de cada producto que cato. Todo esto unido a mis conocimientos con la fonación de Sumiller profesional unido a un Master en viticultura y enología por la cámara de comercio de Malaga, Experto universitario en gestión y difusión del patrimonio entorno al vino, por la Universidad de Malaga y Nivel 2 Wine & Spirit Education Trust, ademas de que Actualmente estoy estudiando la cualificación de nivel 3, título indispensable y obligatorio para continuar estudiando en la misma organización y acceder al Master of Wine.

Todo esto me ha motivado a realizar viajes enológicos para conocer prestigiosos viñedos de Europa y grandes zonas enológicas, tanto históricas como emergentes, que elaboran aquellos vinos que más me han emocionado. En concreto, mi pasión por los grandes vinos históricos me ha llevado a ser Formador Homologado del Marco de Jerez, Formador homologado en Cava, Tecnico especialista en vinos y vinagres de Montilla-Moriles,


martes, 3 de julio de 2012

Pétrus, uno de los vinos más míticos y codiciados


Pétrus, uno de los vinos más míticos y codiciados

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Pétrus es quizás el más mítico y codiciado de los grandes vinos del mundo. Este vino de Burdeos se produce en la región de Pomerol, la cual se ubica en el margen derecho del río Gironda y es la única zona en la que nunca se clasificaron los vinos como se hizo en el Médoc. A pesar de que Pétrus no está clasificado como un Grand Cru o un Premier Cru, su fama, prestigio y precio están a la par o por encima de algunos de los otros grandes vinos de Burdeos como Lafite y Latour de la “orilla izquierda” o Angelus y Ausone de la vecina comuna de St. Emilion.
Durante más de 200 años la finca fue propiedad de la familia Arnaud. Después de la Segunda Guerra Mundial fue adquirida por la Sra. Loubat, quien había ido comprándola poco a poco desde 1925. La Sra. Loubat murió en 1961 y el château pasó a ser propiedad de su familia quien, eventualmente la vendió a Jean-Pierre Moueix. Hoy en día los destinos de Pétrus corren a cargo de sus hijos Jean François y Christian. La elaboración del vino correspondió a Jean Claude Berrouet hasta el año 2007 cuando tomó el relevo su hijo Olivier.
Pétrus no es un château en el real sentido de la palabra ya que no hay una bodega como tal. La propiedad fue bautizada en honor de San Pedro en la cual lo más importante es el viñedo. Las viñas se encuentran plantadas en un “plateau” o meseta muy especial donde el suelo es diferente del resto de la región ya que es una arcilla muy rica en hierro. Es un viñedo que apenas ocupa algo más de 11 hectáreas con un 95% de merlot y 5% de Cabernet Franc. Pétrus está elaborado también con una gran mayoría de la uva Merlot a la cual se le añade una proporción pequeña de Cabernet Franc que varía según la añada.
El vino se elabora de una forma de lo más tradicional. Cuando tuve el gran honor de visitar la propiedad junto a Christian Moueix en 2007, me llamaron mucho la atención dos cosas: el viñedo esta cuidado a la perfección, mimado; la fermentación se hace en depósitos de cemento sin recubrir por dentro. Después de la fermentación el vino se envejece en barricas de roble francés nuevo durante unos 20 meses para producir apenas 30,000 botellas.
¿Quién no ha oído hablar de Pétrus? Se ha creado toda una leyenda y un mito alrededor de este gran vino que puede alcanzar fácilmente los 1000 euros en una cosecha reciente y varias decenas de miles en grandes añadas como las del 70, 75, 82, 89, 90, 95 o la impresionante de 2009. Es un vino potente, muy rico en aromas de frutas rojas, denso y goloso pero que en el paladar sorprende por su sedosidad y elegancia. Cuando pruebas Pétrus por primera vez vives toda una experiencia, por la grandeza del vino pero sobre todo por la leyenda que se ha creado en torno a él. Mi primera vez fue en Londres cuando apenas empezaba de forma profesional  en el sector. Era una cata vertical de 12 añadas de este gran vino y dirigida magníficamente por Christian Moueix. Todavía la recuerdo como la cata que más me ha impresionado.

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