LOS NOMBRES DE LAS VITOLAS DE GALERA

En la cultura de habano destaca por su originalidad los nombres que los cigarros tienen como vitola de galera o de salida, con definiciones tan curiosas como “Sublimes”, “Corona”, “Príncipe” o “Franciscanos”.

La vitola de galera o de salida es la denominación con la que los cigarros cubanos abandonan las salas de torcido y se corresponden a lo que los maestros tabaqueros han definido de acuerdo con su longitud, cepo y peso.

Entre estas vitolas de galera, que cada día adquieren más notoriedad entre los aficionados, hay algunas dignas de llamar nuestra atención como aquellas que se refieren al ámbito de la realeza como las “Coronas”, los “Príncipes” o los “Altezas”, todas ellas con un genuino sabor a tiempos del pasado.

Hay otras que bien definen a los cigarros que las llevan como los “Sublimes”, que con 164 milímetros de longitud y un cepo 54, encierran casi 17 gramos de tabaco, como lo fueron en su día las ediciones limitadas del año 2004 de Cohiba o de Montecristo del 2008.

Más conocidas y casi reverenciadas por los aficionados son otras vitolas como los “Cervantes”, de los que son más conocidos el Montecristo nº 1 o las “Dalias” en su versión del Partagas 8-9-8, pero no dejan de tener su aquel las “Coronas” del Montecristo nº 3 o los “Generosos” de Cuaba.

Las “Perlas”, con sus 102 milímetros, cepo 40 y casi 6 gramos de peso son unos habanos exquisitos para un corto recorrido, bien sean en su versión de Cohiba o el  del Montecristo nº 5.

Hay una vitola muy poco conocida denominada “Rodolfo”, pues se trata de un figurado de 180 milímetros, de cepo 54 y más de 17 gramos, aunque son igual de curiosas la vitolas denominadas “Paco” o “Franciscos”, ambas en el vitolario de la marca Ramón Allones.

La primera de ellas (Paco) se refiere a la Edición Regional solo para España del año 2008, que salió a la venta bajo la denominación comercial Ramón Allones Grandes, con 180 milímetros y 49 de cepo.

A ella le siguieron la Edición Limitada del año 2011 del Ramón Allones Extra, con 143 milímetros y 44 de cepo, que todavía se puede encontrar en algunas de las cavas de la península.

Aunque aún hay otra en la misma línea que son los denominados con la vitola de galera “Franciscanos”, cuyo nombre lo prolongaban los franceses como una “Tres petit corona”, con 118 milímetros y 40 de cepo.

Por Ángel García Muñoz